jueves, 15 de octubre de 2015

¡Y vaya Papa!

Sí, ¡vaya papa! De los que rompen totalmente los escepticismos como los que expresé en mi última entrada, hace ahora dos añitos... Un papa cercano, que vive la vida de a pie, no la de los grandes estudiosos, que sabe de sufrimientos y alegrías cotidianos, que habla de ellos y desde ellos. ¡Vaya papa! He de reconocer que se ha ganado todo mi respeto. Y que a veces, muchas veces, tengo la sensación de que estamos viendo, por todo lo dicho, realmente santo. Y sencillo a la vez. Quizás por lo de Francisco...

Tan sólo añadir que sí, que este Papa es fiel a lo que anunciaba en sus charlas de Caritas, y que sabe de caridad y misericordia, y sabe tanto... ¡que hasta a convocado un jubileo de la misericordia! Creo que no cabe mayor alegría y esperanza para todos que este tipo de mensajes, en un mundo alocado y en cambio como lo está el nuestro. Hagamos posible el deseo que expresa el Papa: que la Iglesia sea testigo y sacramento de la misericordia divina.

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