domingo, 6 de mayo de 2012

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos...


Un pequeño paréntesis, para recoger una idea vertida hoy en la eucaristía familiar de la parroquia. Se estaba comentando el evangelio (Jn 15, 1-8) en el que Jesús pone el ejemplo de la vid y los sarmientos para ejemplificar la necesidad de que los creyentes estemos unidos a Él. Alguien en el equipo de liturgia familiar había sugerido que, para los niños, quizás fuera más cercano el ejemplo de las bombillas, que necesitan estar conectadas a la corriente eléctrica. Y el sacerdote, siguiendo este hilo de inspiración, nos habló de que los creyentes somos como pilas recargables, que nos gastamos y necesitamos volver periódicamente a la fuente, a conectarnos con Jesús: en los grupos, en la oración...


Estirando un poco más este ejemplo, recordaba yo el cargador de baterías que tenemos en casa, y que, de alguna manera, tiene un aire a lo que la Iglesia es: una realidad enchufada a Jesús, con hueco para varias pilas descargadas, donde cada una tiene su hueco, sea del tipo que sea...

Ojalá sepamos cuidar el cargador, sepamos crear sitio en nuestra Iglesia para que cada hermano, con la peculiaridad que le sea propia, pueda acercarse a "cargar pilas"...

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