Sí, ¡vaya papa! De los que rompen totalmente los escepticismos como los que expresé en mi última entrada, hace ahora dos añitos... Un papa cercano, que vive la vida de a pie, no la de los grandes estudiosos, que sabe de sufrimientos y alegrías cotidianos, que habla de ellos y desde ellos. ¡Vaya papa! He de reconocer que se ha ganado todo mi respeto. Y que a veces, muchas veces, tengo la sensación de que estamos viendo, por todo lo dicho, realmente santo. Y sencillo a la vez. Quizás por lo de Francisco...
Tan sólo añadir que sí, que este Papa es fiel a lo que anunciaba en sus charlas de Caritas, y que sabe de caridad y misericordia, y sabe tanto... ¡que hasta a convocado un jubileo de la misericordia! Creo que no cabe mayor alegría y esperanza para todos que este tipo de mensajes, en un mundo alocado y en cambio como lo está el nuestro. Hagamos posible el deseo que expresa el Papa: que la Iglesia sea testigo y sacramento de la misericordia divina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario